jueves, 19 de mayo de 2011

Una hermosa parábola de Pérez Esclarín

"Cuentan que una vez entró un niño en el taller de un escritor. Y con la curiosidad de todos los niños, estuvo por un largo rato disfrutando de todas las cosas maravillosas que había en ese taller: martillos, formones, troncos de madera, bocetos, esculturas a medio hacer, otras ya listas...Pero lo que más le impresionó a ese niño fue ver una enorme piedra en el centro del taller. Era una piedra tosca, desigual. Todavía tenía los fogonazos de las cargas de dinamita  con que la habían arrancado en la montaña, y tenía también las magulladuras de las cadenas de la gandola que la había traído desde la lejana sierra hasta el centro del taller. El niño estuvo acariciando la piedra largo rato con sus ojos y se fue. Volvió el niño a los pocos meses y vio que, en lugar de esa piedrota que él tanto había admirado, se erguía un hermosísimo caballo que parecía quererse liberar de la fijeza de la estatua y ponerse a galopar por la sabana. Entonces el niño se dirigió al escultor y le preguntó: ¿Y cómo sabías tú que, dentro de esa piedra, se escondía ese caballo?"

Pérez Esclarín, A.  Se necesitan maestros.  Centro de Formación Padre Joaquín, Fe y Alegría, Caracas.
  

1 comentario:

  1. Hermosa parábola Celia
    Esta pregunta que hace el niño al escultor, tiene tanto significado!! si cada persona se hiciera esta pregunta con cada ser humano que tiene la oportunidad de conocer el mundo seria otro!!!

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